Abriendo heridas

miércoles, 2 de febrero de 2011


La gran presión que sufre el territorio en el municipio de Tarragona, sigue aumentando incluso cuando ya no es posible, la industria petroquímica, los servicios turísticos y las infraestructuras están ejerciendo una presión sobre nuestros ecosistemas muy por encima de lo que pueden soportar. Si a ello le sumamos las acciones que se proponen sobre los últimos reductos de vida de nuestro municipio podemos decir que estamos condenando a Tarragona a un paisaje gris y negro de hormigón y asfalto.
Cada uno de los espacios naturales de nuestro entorno son importantes y cuanto menos se trabaje en ellos para que las personas puedan utilizarlo usándolo y abusando de el, será perpetuarlo durante más tiempo. Es decir la naturaleza sabe como gestionar sus propios recursos, nuestras manos lo único que pueden hacer es empeorarlo.
La falta de espacios naturales en buenas condiciones nos debería hacer ver estos espacios como santuarios de vida que nadie debería tocar.
Aunque aquí se ha hecho una separación de actuaciones y lugares tengo que decir que todo forma parte del mismo hábitat, ya que el Cami de Ronda se haría sobre la zona de influencia de la playa larga y el Bosque de la Marquesa, que a su vez esta relacionado con la playa. Este es un ejemplo de la conexión invisible entre espacios y en este caso ni siquiera hay una separación física y se hace más evidente que cualquier acción que se haga repercutirá en el ecosistema litoral terrestre y marino.
El Cami de Ronda, no es una necesidad, es más es un problema añadido que provocamos sobre un territorio ya hiperfrecuentado. Son necesarias actuaciones, si, pero encaminadas hacia la información, educación y sensibilización, no introduciendo elementos extraños que perjudiquen el ecosistema. Tampoco podemos dejarlo como está ya que lamentablemente siempre hay personas que no saben comportarse e incluso provocan daños apropósito, por este motivo es necesaria una vigilancia activa y una serie de pequeñas actuaciones allí donde el problema es importante, para evitar la erosión provocada por los caminantes en algunos puntos, haciendo mínimas pasarelas que se podrían hacer incluso con madera extraída del mismo bosque.
Por otro lado la playa larga es un espacio natural fijaos bien que digo espacio natural y no un lugar de ocio, ya que la playa es un hábitat importante para la dinámica litoral que ha tardado miles de años en formarse tal y como la conocemos, por este motivo puedo asegurar que este espacio esta sufriendo la presión humana que lo esta convirtiendo cada día más en un lugar de ocio y sin vida. Son ya muchos los años que se esta agrediendo a esta playa, el camping, las construcciones los vallados, las limpiezas de la arena, todo va en contra de un ecosistema que ya de por si tienes los elementos necesarios para poder renovarse por si solo y poder presentar unas condiciones optimas. Si hablamos de actuaciones sobre la playa larga deberíamos utilizar el criterio de algunas organizaciones que hablan de decrecimiento, en este caso sería una involución para dejar que la playa consiga retomar los procesos naturales que la convierten en un espacio natural capaz de dar muchos recursos y autoregenerarse.

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